Mención
especial, merece el denominado "Pleito de la
langosta", que explicamos a continuación:
Corría
el año 1650, la "Abadía de Párraces"
ya había sido anexionada - desde 1565 -a
"San Lorenzo el real del Escorial". Los
pueblos dependientes de la misma sufrieron una severa
plaga de langostas a lo largo de tres años,
desde 1647, que les arrasó sus cultivos,
empobreciendo sus haciendas y dificultando muy seriamente
sus vidas.
La
actividad de hombres, mujeres y niños se
centraba durante el verano en la captura y quema
de estos insectos en hogueras que se preparaban
para su extinción. Pero ello no era suficiente.
Tampoco fue valida la utilización del exorcismo
que realizó la Iglesia ante tan magno problema,
el cual estaba aumentando la miseria a pasos agigantados.
El
último recurso fue "Pleitear con la
langosta", pidiendo a la Iglesia la excomunión
del insecto y la salida de la zona en un plazo de
24 horas. Sentencia que se consiguió, aunque,
como era lógico, la plaga no entendía
de sentencias y se terminó por lógica
natural.
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El
pleito contó con tribunal, fiscal y procurador,
ante el vicario de Santa María de Párraces,
fray Pedro de Trinidad. Cada pueblo contó
con su propia acusación; la de Cobos corrió
a cargo de Bartolomé Orgaz, vecino de Cobos,
quién, bajo el protectorado de San Sebastián
-patrón de Cobos-, pidió la excomunión
de la langosta, basándose en la miseria que
había ocasionado, y con ello, el no poder atender
los sufragios por las almas del purgatorio,
también en consecuencia, afectadas..
El
procurador - la defensa-, nombrado por parte de la
langosta, fue Bernabé Pascual, vecino igualmente
de Cobos, quién basó su petición
de inocencia por entender que el animal no tenía
uso de razón.
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El
sol tampoco se libró de los pleitos de los de Cobos en el
Siglo XVII. |
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Los
de Cobos eran capaces de pleitear hasta limites
insospechados, prueba de ello, son
los
continuos pleitos que mantuvieron con la Abadía de
Párraces a lo largo del siglo XVI y XVII. El
colofón de estos pleitos, llegó hasta
pleitearse contra el astro rey.
Según
cuenta la historia, durante el siglo XVII, Cobos centraba su
actividad principal en la industria pañera, por lo que
una de las labores de más trabajo era el lavado de la
lana, para lo cual iban hasta Segovia donde existían los
lavaderos más importantes de la zona. La ida y vuelta, en
los carruajes de la época, la realizaban en el día,
partiendo por el actual "Camino real", en otras épocas
denominado "Calzada de Cobos", recibiendo el sol
de cara del amanecer, y a la vuelta, volvían a tener el
sol de cara del atardecer. Estas molestias les llevó a
presentar pleito, una vez más.
El
juez, con una lógica aplastante, resolvió a favor del
sol, indicando a los coberonchos, que lo que debían de
hacer, para evitar estas molestias, no era otra cosa, que
realizar los viajes de forma contraria, es decir salir al
atardecer y volver al amanecer.
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Otros
pleitos que merecen especial mención, son:
El
PLEITO SOBRE LA GUARDIA DE LA CONCORDIA:
La
concordia duró poco, porque los de Cobos pusieron
pleito a Párraces sobre la administración
de los Sacramentos en la aldea. Pleito que llegó a
Roma, siendo Papa Clemente VII, el 13 de noviembre
de 1530.
EL
PLEITO DEL MONUMENTO:
En
1624, en el que los de Cobos deseaban tener su propio
"Monumento" en la Semana Santa de ese año,
sin tener que desplazarse a Párraces.
LIMOSNA
SUPERIOR A LA QUE TENIAN OBLIGACION:
En
1630, por entender los de Cobos que habían
entregado tres mil y más fanegas de las que
correspondían.
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